Con el lema «Él es el camino» se desarrolló en las primeras horas de este viernes el Vía Crucis que comienza en Resistencia y que concluye en Corrientes, muestra de fe que tuvo una multitudinaria participación.

Organizado por el Grupo de Laicos Caminantes, la caravana comenzó en el convento de las Hermanas Clarisas de Resistencia. Luego, la segunda estación fue en el Seminario Interdiosesano La Encarnación; la tercera, capilla Sagrado Corazón de Jesús; la cuarta, Iglesia Catedral; quinta, Hospital Perrando; sexta, parroquia Nuestra Señora de La Merced; séptima, parroquia Inmaculada Concepción; octava, capilla Virgen de Stella Maris; novena, peaje puente General Belgrano; decima, Iglesia de la Cruz- Corrientes; undécima, parroquia La Merced- Corrientes; duodécima, parroquia María Auxiliadora- Corrientes; decimotercera, iglesia Catedral de Corrientes y culminó en el Convento de la Hermanas Clarisas de la capital correntina.

El Vía Crucis representa el sufrimiento de Jesús, desde su condena hasta su sepultura. Su origen del Viacrucis data de los primeros años del cristianismo, cuando los cristianos veneraban aquellos lugares que se relacionaban con la vida y muerte de Jesucristo en Jerusalén. Aunque no existe un origen cierto, esta costumbre se fue extendiendo a cada vez más personas que buscaban visitar los lugares santos donde había estado Jesucristo a lo largo de su pasión, muerte y resurrección.

LAVADO DE PIES

Ayer, Jueves Santo, la Iglesia celebró la misa conocida como la última cena previa a la muerte de Jesús, que tiene entre los ritos que se cumplen en el oficio religioso el lavado de pies, que representa un «acto de servicio e igualdad entre los fieles».

En la Catedral capitalina, parroquias y capillas la feligresía concurrió en gran número para participar del oficio religioso.