Escala conflicto en una de las principales lácteas de la Argentina
La empresa tiene más de 500 empleados y desde febrero enfrenta graves problemas en su operatoria
Se trata de la firma ARSA que era parte del grupo Vicentin. El gremio le embargó una cuenta porque no pagaba las contribuciones patronales.
Nuevos dueños
En una primera instancia el fondo de inversión BASF se hizo cargo de la operatoria, pero luego terminó en manos de otro fondo uruguayo que finalmente le cedió el control a la venezolana Maralac. El meollo de la cuestión es que este grupo inversor no pudo hacerse del 100% de las acciones de la firma porque una pequeña parte pertenece a la familia Vicentin y están dentro de la contienda judicial por el concurso de acreedores de la agroexportadora.
Más acá en el tiempo, los nuevos gerenciadores de ARSA tomaron la decisión de concursarla, alegando la caída en el consumo en el mercado interno. Por otro lado, desde un comienzo advirtieron que el plantel de trabajadores era ampliamente superior a las necesidades productivas de la firma. De cualquier manera, a partir de la apertura del concurso de acreedores la empresa entró en un espiral de conflictos con sus trabajadores por el incumplimiento de pago de salarios.
El último capítulo llegó esta semana con el embargo decretado por la justicia y ante esta situación la empresa hizo circular un comunicado entre sus trabajadores que advertía: “Esta medida judicial, pone en riesgo directo las posibilidades de la empresa de cumplir con los pagos de los salarios de los más de 200 trabajadores, que actualmente presentan funciones en la planta de la compañía. Dicha acción ocurre llamativamente luego de que la empresa anunciara una mejora en las condiciones de las remuneraciones semanales para estos colaboradores. Como consecuencia de esta medida, si bien en el día de la fecha, se ha podido efectuar el pago semanal acordado, no podemos garantizar el cumplimiento de los pagos de las próximas semanas en este contexto, generado irresponsablemente por ATILRA, que mientras dice “priorizar el trabajo de la gente”, toma decisiones, que atentan directamente contra las fuentes laborales, poniendo en grave riesgo a los trabajadores”.
En respuesta, ATILRA lanzó otro comunicado en el que remarcaba: “No vamos a contestar el panfleto empresario -digno de un libreto de stand up- pues carece totalmente de seriedad pretender achacarle a la justicia y al sindicato el desmanejo y las deudas de ARSA. Pero sí nos preocupa el accionar cuasi delictivo de los responsables de la empresa dado que, a la violación permanente a la Ley de Contrato de Trabajo, el Convenio Colectivo, y la evasión fiscal que implica el desvío de fondos correspondientes al sistema de la Seguridad Social, agrega ahora ARSA una nueva perlita: En el domicilio real que denuncian ante la justicia, responden ocupantes que desconocen a la empresa”.
A partir de ahora será clave la reunión entre las partes proyectada para el próximo lunes, pero lo cierto es que el escenario se muestra cada vez más sombrío para la empresa que supo ser la joya de Vicentin.
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