Testimonio de un joven recuperado de Covid-19: “Estar tan cerca de la muerte, sentirla, y hoy poder estar con mi familia es algo indescriptible”

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Fabián Espeso Pardo es un vecino de la ciudad de Resistencia que contó en redes sociales cómo atravesó la enfermedad de la COVID-19, que conllevó a que permanezca internado varios días. En su cuenta de Facebook, indicó que comenzó «el 28 de febrero con síntomas vagos, nada que pensar que podía ser este desconocido virus. Con el transcurso de los días, llegó la fiebre para ir desgastándome físicamente, pero aún me sentía bien. El 3 de marzo me realicé un hisopado, y el día 5 arrojó resultado positivo. Transcurrían los días y la fiebre no cedía, aparecían otros síntomas, perdida de olfato, gusto, dolor corporal, y una tos que desencadenaba en la falta de aire».

«El día 8, ya agotado porque el aire quemaba a veces, y a veces no pasaba, llamé a Emergencias. Llega una doctora y me mide la saturación, tenía 70 SpO2 (lo normal es entre 94 y 99) y fui traslado al Hospital Modular del Hospital Perrando», relata Fabián. Ya ubicado en una cama, «me realizaron radiografías, la observaban entre cinco o seis médicos. En sus rostros atónitos y sus miradas no muy simpáticas pude entender que algo no estaba bien. Llegó el diagnóstico: neumonía grave, algo que ni los médicos lograban entender porque tengo 27 años, sin ninguna enfermedad de base».

«Ya con la mascarilla de oxígeno a su máximo nivel y con suero, comenzó mi estadía en ese lugar, dónde angeles, sí, angeles con ropa de tela vegetal celeste, me salvaron la vida, hicieron hasta lo imposible para que hoy después de 34 días pueda estar contando esta experiencia. Nuestra experiencia, ¿por qué digo nuestra? Porque este virus quiso hacer 2 x 1 en nuestra familia, ya que el día 14 de marzo ingresaba con falta de aire al Hospital Modular mi papá, de 55 años con mismo diagnóstico, neumonía grave», comentó.

«Mientras él ingresaba yo cursaba mi quinto día en terapia intensiva, dónde según los médicos iba a ser intubado, pero como soy joven decidieron probar otro método, llamado ventilación no invasiva. Funcionó muy bien y me ayudó a recuperarme de a poco», agrega. Así, Fabián cuenta en el día 15 lo llevaron a sala común «para así por fin salir de alta el día 17 de marzo, pero la tristeza y la congoja no terminaba ahí, aún quedaba mi papá internado, quien continuó durante cuatro días más y pudo obtener su alta el 21 de marzo».

Finalmente, el joven reflexiona: «Esta es una experiencia que nunca viví, un volver a nacer. Estar tan cerca de la muerte, sentirla, y hoy poder estar con mi familia es algo indescriptible. Estoy eternamente agradecido a la vida, ya que los médicos describían como un milagro mi recuperación. (Agradezco) A Dios, a los enfermeros, mucamos, doctores del Hospital Modular, fueron ángeles, seres de luz en nuestras vidas, agradecido a mi familia, a mi ángel que me cuida desde el cielo, mi querida madre, y a todos mis compañeros de trabajo, que cada uno pusieron un granito de arena para poder salir adelante».

El testimonio de Fabián sirve que para como comunidad sigamos cuidándonos para evitar más contagios, pero sabiendo que ocurrido el caso, el personal médico trabajará en todo momento para la recuperación del paciente hasta que reciba el alta.

 

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