¿Qué virgen es la patrona de los enfermos?

Cada 11 de febrero, la Iglesia católica conmemora la festividad de la Virgen de Lourdes, venerada como la protectora de los enfermos. Esta fecha coincide con la Jornada Mundial del Enfermo.

Nuestra Señora de Lourdes

En un día frío del 11 de febrero de 1858, la vida de una humilde jovencita, Bernadette Soubirous, cambiaría para siempre al tener un encuentro celestial a las orillas del río Gave, en Lourdes, Francia.

Mientras recogía leña con su hermana y una amiga, Bernadette experimentó la presencia de una Señora vestida con un manto blanco y un cinturón celeste, marcando el inicio de una serie de apariciones que la Iglesia católica celebra cada 11 de febrero como la festividad de Nuestra Señora de Lourdes, la patrona de los enfermos.

Bernadette, de salud delicada, se encontraba realizando tareas cotidianas cuando la Virgen María se le manifestó, eligiendo a una joven de origen sencillo para transmitir su mensaje de amor, compasión y esperanza. La conexión entre la Madre de Dios y Bernadette trascendió las palabras, ya que durante las primeras apariciones, la Virgen no habló, sino que miró a Bernadette con benignidad, iniciando así una comunión silenciosa.La revelación de la Virgen María como la Inmaculada Concepción durante una de las apariciones coincidió con la declaración del Dogma de la Inmaculada Concepción, afirmando que María nació sin el pecado original. Este momento celestial refuerza la conexión especial entre la Virgen de Lourdes y la Iglesia católica.

En sus encuentros, la Virgen también instruyó a Bernadette sobre la importancia de la cruz y la penitencia, subrayando la necesidad de aceptar el sufrimiento como parte del camino hacia la felicidad eterna.

La humildad y la sencillez de Bernadette se reflejan en la manera en que respondió a la Virgen María. La Madre celestial no exigió, sino que preguntó si Bernadette deseaba acudir a su presencia. Este acto de consulta destaca la ternura y el respeto con los que María trata a sus hijos.

En la actualidad, la festividad de Nuestra Señora de Lourdes sigue siendo un recordatorio de esperanza y consuelo para los enfermos. La devoción a la Virgen de Lourdes se extendió por todo el mundo, siendo un faro de fe en medio de la adversidad. La pregunta constante de María a Bernadette, «¿deseas acudir a mi presencia?», resuena como una invitación perpetua a buscar la conexión espiritual en medio de nuestras vidas cotidianas.