Frustran un contrabando de armas y municiones a través de la frontera seca con Brasil

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En encomiendas. Los detectó la Aduana de Bernardo de Irigoyen, en el nordeste de Misiones.

Las encomiendas habían sido remitidas desde la provincia del Chaco hacia Bernardo de Irigoyen, ciudad del nordeste misionero que tiene la particularidad de ser la única frontera seca entre la Argentina y Brasil. En las últimas horas, se detectó, allí, un intento de contrabando de armas y municiones.

En esa localidad, donde culmina la ruta nacional 14 y se puede cruzar a dos ciudades y dos estados brasileños (Dionisio Cerqueira, en Paraná, y Barracao, en Santa Catarina), ir de un país a otro es, apenas, sortear una calle. Es, por eso, una localidad con intenso movimiento migratorio y aduanero. Es, también, un polo donde tiene intereses el crimen organizado.

Según informaron a LA NACION fuentes de la Dirección General de Aduanas (DGA), agentes especializados analizaron las encomiendas con equipos de RX; así detectaron que contenían algo que parecían ser municiones. Debido a que los paquetes provenían de Chaco, se comunicó la novedad al juez federal de Sáenz Peña, Ricardo Mianovich, que autorizó la apertura de las encomiendas. “Se constató la existencia de 250 cartuchos para escopetas calibre 20; 200 balas calibre 38; 100 balas calibre 32; 50 balas calibre 380. Se ordenó el secuestro de las mercaderías, que quedaron a disposición del juzgado federal interviniente”.

 

 

Las fuentes consultadas precisaron que no era la primera vez que esta delegación de la Aduana realizó secuestros de este tipo en la frontera seca, “donde las propias condiciones geográficas de la zona facilitan el contrabando por pasos no habilitados”. La presunción es que las municiones tenían como destino Brasil, donde grupos de contrabandistas están afianzando sus operaciones en distintos rubros, desde el tráfico de bebidas alcohólicas y combustible (sobre todo, por la diferencia cambiaria) hasta drogas y armamento.

El mes pasado los agentes de Bernardo de Irigoyen habían detectado otros dos envíos postales con armas. Incautaron, en esa ocasión, una pistola calibre 22 (arma que usan los sicarios para cometer crímenes a corta distancia); 75 cartuchos calibre 36; 50 cartuchos calibre 16; 150 balas calibre 38.

Fuente: La Nación

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