Carta de una docente de San Bernardo.

Soy LUCIA ORELLANO DNI Nº 25.643.958 docente actualmente separada del cargo como directora del Jardin de Infantes Nº 70 de la localidad de San Bernardo. Después de analizar en profundidad todo lo acontecido respecto de los cargos que colocaron en mi situación , de haber sido juzgada , condenada socialmente de manera injusta ya que solo se escucharon las voces en mi contra y Teniendo siempre presente que fui victima de un armado malicioso,un plan perverso ideado al solo efecto de justificar conductas irresponsables y que hasta la fecha no he podido ejercer en plenitud mi derecho a defensa por lo que exijo que también se escuche mi verdad siendo este mi derecho constitucional tanto de defensa en juicio como mi derecho a desmentir cualquier mentira en mi contra.
Las denuncias comenzaron a raíz de pretender hacer valer la institucionalidad en puntos importantes como el cumplimiento del horario laboral, según el estatuto y evitar el ingreso de personas extrañas al predio escolar por parte de las porteras quienes según ellas las perseguía laboralmente por solicitarles que cumplan con su labor y que las relaciones personales no las habilitaban para hacer ingresar personas desconocidas a su lugar de trabajo. El control, las exigencias mínimas de responsabilidad fueron suficientes para argüir falsas denuncias en mi contra y de esa manera afectar mi buen nombre y honor.
En mi afán de cumplir con mi rol de directora para la que fui designada, responder a mis superiores y fundamentalmente a la comunidad educativa a la que nos debemos, desempeñé mi labor en el marco de la normativa o al menos pretendí hacerlo porque ni bien comencé a exigir cuestiones mínimas como planificación, registros y atención constante de los alumnos de quienes somos garantes, recibí a cambio una denuncia colectiva por supuestos malos tratos.
Las normas que aplica al rol de director se podría afirmar que en principio el sentido común, las buenas costumbres y por supuestos las legislaciones vigentes como ser, las constituciones nacional y provincial, estatuto del docente y de forma puntual la resolución 1000/92 que en resumen establece las misiones y funciones del director y en la cual enmarqué todas mis acciones desde que fui designada en el cargo.
En este mismo sentido debo expresar mi profunda decepción de quienes fueron mis superiores al exigir la aplicación de todo lo normado que en la teoría permitirá los mejores resultados pero sin embargo sucumben al momento de tener que respaldar a quienes pretendemos mejorar las cosas. Esta falta de apoyo no hace otra cosa que volver mediocres a quienes no lo son porque prefieren hacer la vista gorda ante situaciones como las que tuve que enfrentar. La mediocridad de nuestro sistema está dada fundamentalmente por la falta de compromisos de quienes tienen la responsabilidad de sostener o respaldar a quienes queremos lo mejor para nuestro sistema. Quienes debieron apoyarme, sostener mi decisión de aplicar la ley y tal como ellos mismos no mandan simplemente me dieron la espalda y se aliaron con aquellos cuyas conductas son muy reprochables.
A partir de allí saber que estaba sola y tambien fue muy fuerte darme cuenta que un grupo de colegas juntaban firmas, al igual que las porteras mediante versiones engañosas, también se habían organizado para realizar una marcha, provocando un desequilibrio social, convocando a familias que desconocían la otra campana, también realizando beneficios para pagar abogados, intimidando a colegas suplentes que trabajaron unos días a firmar esa aberración, dos de ellas se acercaron a la dirección a contarme de manera consternada de cómo eran tratadas y de cómo lograron las docentes de mayor antigüedad hacerlas cómplices de lo que estaban planeando en mi contra. Hecho que es repudiable. Estoy segura que Más de uno dirá ; como puede ser que muchas personas coincidan en sus dichos y en lo reprochable de mi conducta pero con esa idea y esa concepción no existirían las asociaciones ilícitas; y en este caso se asoció un grupo de personas para perjudicarme con el único fin de justificar la irresponsabilidad de sus actos.
Como he dicho anteriormente fui juzgada y condenada injustamente, fui expuesta socialmente por los medios de donde jamás me llamaron y donde en forma maliciosa descontextualizaron una foto con quien fuera gobernador asociándome partidariamente y debo aclarar que la misma fue tomada en el acto Aniversario del pueblo y en donde se hizo entrega de una impresora multifunción para la institución, medios que daban por ciertos los dichos de los denunciantes y no dejaron margen a la posibilidad de mi inocencia caratulándome como amiga del poder.
Hecho reciente motivó mi decisión de salir a decir públicamente mi verdad ya que frente a las autoridades ya realicé mis formal descargo con pruebas contundentes a mi favor, dentro de esas pruebas el DICTAMEN de la oficina de Derechos humanos.
Es difícil exponerse ante una sociedad que sin conocerme y que por presión de los medios ya me juzgó, mientras quienes me conocen saben de mi honorablidad y responsabilidad y así lo han dicho públicamente.
Cuando hablo de hechos nuevos hago clara referencia a la denuncia pública realizada por un medio radial matutino, el día miércoles 27/03 en donde una madre manifiesta que su niña es supuestamente golpeada por su señorita, soy respetuosa de la ley por eso hablo en potencial sobre todo porque considero que no somos nosotros quienes debemos condenar , no quiero caer en la posición e igualarme de quienes me denunciaron y mucho menos de quienes me juzgaron, pero si puedo afirmar que esa era una cuestión por la que luché cuando fui directora, siempre bregué por el desempeño digno y eficaz de mis colegas, exigiéndole responsabilidad y fundamentalmente amor hacia los niños y buen vínculo con las familias.
Ahora me pregunto, ¿porqué esta situación no se divulgó? ¿A caso no es grave? ¿O es mas grave acusar porque alguien no abre el portón para una reunión organidaza por una docente que no respetó la via jerárquica y no la de responder a una madre desesperada de respuestas, nada mas y nada menos que por la integridad de su hija en el jardín?
Los hechos y el tiempo me dan la razón, la misma denuncia deja en claro el accionar corporativo de los docentes atento a que una madre denuncia públicamente que la directora actual pretendía dejar todo como esta sin buscar la verdad, la mediocridad en su mejor expresión. Sin embargo; La denuncia en mi contra llego hasta las oficinas de los Derechos Humanos, quienes con la sola acusación y sin otro elemento probatorio resolvieron inaudita parte sugerir una sanción en mi contra. Por es Espero que los derechos de esta niña sean tan importante como lo fue para un grupo de docentes que nunca quisieron ajustarse dentro de las previsones de la ley y que las sanciones lleguen a quienes deban llegar garantizándoles el derecho que a mi me fuera negado , NO JUZGAR APRESURADAMENTE y dejar que lo hagan las autoridades COMPETENTES porque el daño que se ocasiona es irreparable y no solo afecta al profesional sino además a todo núcleo familiar y por supuesto a esta noble tarea que es la enseñar y educar.
Quedo a disposición de quien quiera conocer mi verdad.
Gracias a quienes me han apoyado en estos meses tan difíciles, a quienes lo hicieron público y a los que me hicieron llegar en forma privada.
Los saludo atentamente.

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