Anticipa que para junio, julio y agosto en el NEA no se esperan lluvias abundantes ni temperaturas de frío extremo.
Pronostican un invierno ‘suave’ y con menos lluvias de lo habitual
El Servicio Meteorológico Nacional anticipa que para junio, julio y agosto en el NEA no se esperan precipitaciones abundantes ni temperaturas de frío extremo.
El pronóstico del Servicio Meteorológico Nacional para el trimestre junio, julio y agosto anticipa un invierno suave y con temperaturas superiores a las normales para la época en el noreste argentino.
En cuanto a las temperaturas la tendencia para este 2024 permite observar que en el trimestre pasado ya se observaban regiones con condiciones frías. Para este nuevo trimestre, es más probable que el invierno reúna temperaturas inferiores a las normales en la región pampeana, sur del litoral y gran parte de Patagonia. El sur patagónico, Cuyo y provincias del norte central tendrían un invierno normal.
Para las lluvias la tendencia no es muy alentadora. Se espera un invierno con pocas o escasas precipitaciones, especialmente en el noreste del país, Patagonia y la Pampa Húmeda. En las tres regiones, la expectativa es de lluvias inferiores a las normales para la estación.
El SMN remarca que la previsión debe ser considerada sobre el valor medio y que la influencia de El Niño o de La Niña estará debilitada, por lo que pueden predominar variaciones de días o semanas durante este invierno. Se recomienda consultar la escala diaria y semanal en la página smn.gob.ar .
Por otra parte se recuerda que en el Atlas Climático se resumen datos del periodo 1991 – 2020, para determinar cuáles son las temperaturas medias y las precipitaciones normales.
El Niño va a dar paso a La Niña
El episodio de El Niño de 2023 / 2024, que contribuyó a un aumento de las temperaturas mundiales y a la aparición de fenómenos meteorológicos extremos en todo el planeta, da señales de estar tocando a su fin. Según los datos más recientes de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), es probable que este mismo año la situación evolucione y se instaure un episodio de La Niña.
Los últimos pronósticos de los centros mundiales de producción de predicciones a largo plazo de la OMM prevén dos escenarios igualmente probables (50 % de probabilidad en cada caso): condiciones neutras respecto al fenómeno El Niño-Oscilación del Sur (ENOS) o transición hacia un episodio de La Niña entre junio y agosto de 2024.
La probabilidad de que se den las condiciones típicas de La Niña aumenta hasta el 60 % de julio a septiembre, y hasta el 70 % de agosto a noviembre. En cambio la probabilidad de que vuelva a formarse un episodio de El Niño durante ese lapso es ínfima.
La Niña es un fenómeno que produce un enfriamiento a gran escala de las aguas superficiales de las partes central y oriental del Pacífico ecuatorial, además de otros cambios en la circulación atmosférica tropical, a saber, en los vientos, la presión y las precipitaciones. Los efectos de cada episodio de La Niña varían en función de su intensidad y duración, así como de la época del año en que se desarrolla y de la interacción con otros modos de variabilidad climática.
Diario Norte








