Alberto Fernández subió el tono de voz en el último tramo de su discurso y se escucharon algunos gritos de aliento en medio de los aplausos. El Presidente ya había pedido —instantes antes— que necesitaba a “su gente movilizada” como modo de apoyo en el momento acaso más álgido de su gestión. Y reforzó la apuesta con su frase de que “no le van a torcer el brazo”, a pesar de las dificultades económicas. El Presidente logró encender en esos momentos a un público que en su gran mayoría le demostró su respaldo ante las inestabilidades que vive el Gobierno. Aunque otros integrantes de la coalición siguen pidiéndole mayor firmeza ante la crisis.

El clima durante la espera de una hora —el acto estaba programado para las 11.30, pero se demoró— transcurrió casi en silencio como un correlato de la preocupación que reina por estas horas en la Rosada ante la incertidumbre financiera. A esa hora la cotización del dólar blue oscilaba entre los 343 y los 345 pesos.

El jefe de Estado llegó al Museo del Bicentenario junto a Daniel Filmus, el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández (Seguridad) y el jefe de Gabinete, Juan Manzur. La participación del tucumano recién se confirmó un rato antes del evento y se agregó una silla al escenario. Mientras tanto, por la ausencia de algunos invitados, se quitaron tres filas de asientos que estaban ubicadas en la parte trasera.

La posición que luego expuso el Presidente sobre los reclamos al campo para que liquide dólares de la cosecha y contra la especulación, ya la había explicitado el diputado por Mendoza, Germán Martínez. El presidente del bloque oficialista en la Cámara baja había sostenido: “Estamos ante una feroz corrida especulativa contra el peso argentino, que busca una devaluación brusca de la moneda, y eso provoca un nuevo esquema de perdedores y ganadores. Y había remarcado que “aquellos que estén posicionados en pesos van a perder y quienes estén posicionados en dólares, básicamente el sector agroexportador y el sector de la especulación financiera nuevamente van a ganar”.

Las posturas disímiles sobre cómo se debe reaccionar ante un escenario crítico se pudieron escuchar de parte de algunos de los asistentes. Hugo Yasky, uno de los pocos representantes del kirchnerismo duro durante el evento, utilizó un lenguaje más enérgico. Habló de “tomar el toro por las astas” y de que se necesitan “gestos de firmeza, respaldados por hechos concretos”. También pidió que el Estado utilice “herramientas legales como la Ley de Desabastecimiento y la de Defensa de la Competencia”, para frenar el alza de los precios. Citó el caso de una multinacional de alimentos “que en la última semana aumentó los valores un 20% sin ningún motivo”.

Fernández, que habló de la importancia de las obras en 22 provincias relacionadas con la ciencia y la tecnología durante gran parte de los 14 minutos que empleó, entró una hora más tarde de lo previsto al Museo del Bicentenario donde se realizó el acto para anunciar obras del Programa Federal Construir Ciencia. Y enseguida se lo vio atento a su teléfono celular en el que recibió un mensaje de alguno de los presentes (había unas 120 personas como auditorio) porque miró hacia allí e hizo un gesto de aprobación. Aunque intentó estar concentrado en los discursos de sus acompañantes varias veces se lo vio mirando la pantalla y respondiendo mensajes.