Sumando color y sabor a la movida gastronómica callejera, Paparulos se alza como un referente para los amantes de la cocina argentina. Su propuesta, inspirada en la rica tradición del lunfardo, fusiona clásicos conocidos con un toque único y creativo, utilizando ingredientes de la región para reversionar estos clásicos de la comida rápida.

El menú de Paparulos es un homenaje al lunfardo porteño, con nombres ingeniosos que despiertan la curiosidad y evocan imágenes de nuestra cultura popular. Las «Gomías», un balde rebosante de papas fritas crocantes, son el punto de partida ideal para compartir. Las «Fifí», hamburguesas artesanales jugosas con una porción de carne abundante y muy sabrosa. Las «Fetén», empanadas que transportan a las recetas caseras de la abuela. Y las «Colifas», napolitanos en versión salchicha o chorizo, son una reinvención deliciosa de un clásico popular.

Paparulos no es solo un food truck, es una experiencia gastronómica completa. Su ambiente cálido y amigable te invita a sumergirte en la cultura argentina, mientras disfrutas de los sabores que nos identifican. Si buscas una experiencia gastronómica única y auténtica, Paparulos es el lugar ideal. Sus platos, llenos de sabor y creatividad, te conquistarán desde el primer bocado. Conocelos más en Instagram: @paparulosok

Paparulos: Un pedacito de Argentina en cada mordida

Su identidad en cada palabra. El vocablo «Paparulo» es la combinación de la palabra castellana «paparote» (hombre simple y crédulo) y el lunfardo «chirulo,»(tonto, iluso)
En su menú encontramos su propia versión de los platos más solicitados en ferias y salidas.
«Gomia», proviene del lunfardo argentino, forma vérsica de la palabra amigo
«Fetén»: Se cree que proviene del hebreo, como el hebreo se escribe de derecha a izquierda, sería, tén fe, llevada al glosario criollo «fetén» significa bueno, estupendo, excelente.
«Fifí”: se presume que es francés, se incorpora al lunfardismo argentino para denotar a una persona de clase alta y egocéntrica.
«Colifa”: correspondiente al lunfardo, resultado de la abreviación de colifato, que significa «loco querible»