«Busco una moda mucho más consciente. Menos consumista. Un lugar donde se pueda ver con qué está realizada la prenda y quiénes la hacen. Además, desde el lugar que estoy creando, apunto a que la ropa no tenga género, es decir que es indistinto hacer ropa para hombres y mujeres. Cualquiera se puede poner cualquier ropa, siempre que se sienta cómodo o cómoda. Si bien realizo ropa que está encasillada en el género femenino, hay algunas de esas prendas que la usan los hombres y me parece perfecto», así arrancó esta charla con la diseñadora y emprendedora textil de la marca Arhat.

Julieta Tabbia lleva una sonrisa silenciosa. Se enciende su rostro cuando desliza entre sus manos las prendas que ella misma confecciona. Días atrás nos encontramos en los estudios de NORTE Play. Comentó que está estudiando en el Instituto Superior de Diseño de Adriana Papaleo. Su proyecto de Arhat comenzó justamente a instancias de una de las materias que cursó, Materiales textiles. Así conoció, entre otras cosas, los tintes naturales, lo cual implicó un giro transcendental respecto de lo que venía realizando.

Saberes ancestrales

Con su marca Arhat busca revalorizar los saberes ancestrales. Por ejemplo, el tejido y el teñido que utiliza en cada prenda que confecciona. «Si bien hoy la marca está más puesta en los tintes naturales, mi meta a corto plazo es poder integrar otras técnicas. Mi intención también es integrar a mujeres que puedan trabajar conmigo, para crear redes e incorporar nuevos tejidos», destacó.

«Apuesto a tener una marca sustentable»

Mientras despliega algunos vestidos, remeras, musculosas, bermudas, blusa, entre otras confecciones propias, Julieta deja traslucir su emoción y orgullo.

Tiene la intención de expandirse y trabajar con tejidos, bordados, entre otros objetivos en puerta. Cuenta que no tiene un taller propio, sino que trabaja en su casa, donde despliega todo su arte. Es mamá. Estudia. «Tengo muchos frentes abiertos y trato de salir adelante con esta marca. Animo a la gente a encarar sus proyectos, aunque no tengan todas las herramientas. Poco a poco los objetivos se pueden ir cumpliendo», subrayó.

En su trabajo ella utiliza materiales nobles con la naturaleza. El proceso que conlleva realizar el teñido de las prendas es un trabajo manual importante. «Me parece valioso ver qué nos ponemos», advierte. «Las prendas que nos ponemos también hablan de cómo vivimos. Apunto a tener una marca sustentable y por ello hablo de la moda consciente. Tenemos que mirar cómo está nuestro planeta. Hoy nos quejamos del calor y de muchas cosas. Para revertir esa situación podemos empezar por mirar el detalle sobre las prendas que usamos».

«Tenemos que ver qué nos ponemos. Cuántas prendas compramos. Para qué compramos. Tenemos que ver qué tenemos y lo que no usamos podemos darlo o trocar con otra persona. Lo que hay que arreglar se puede arreglar, se les puede dar una segunda oportunidad a las prendas. A veces tenemos ropa que no usamos y es necesario ver qué hacemos con eso. Es importante tener en cuenta que lo que usamos tiene consecuencias para el planeta».

«No hay dos prendas iguales»

La ropa no es solo para vestir, sino que tiene una historia, tiene un porqué y tiene una consecuencia. Julieta, al tiempo que pone en valor el trabajo de los y las diseñadoras chaqueñas, pondera la importancia de vestir prendas únicas. «En Arhat las prendas son únicas, no lo digo como cliché, realmente no van a encontrar dos prendas iguales por el maravilloso plus que tienen los tintes naturales».

Textiles locales

Las prendas de Arhat pueden encontrarse de forma virtual o en Resistencia, en la tienda del Centro Cultural Alternativo (Cecual). Se alcanza a apreciar la indumentaria y los accesorios de diseño consciente. Hay prendas confeccionadas con algodón 100% de la cooperativa textil Inimbo del Chaco. Las mismas están intervenidas con una técnica artesanal de teñido con tintes naturales, en algunos casos con palta, por ejemplo.

«Uso tintes naturales que están a mi alrededor. Si bien hay muchos tintes y muchos colores que se pueden realizar, tomo lo que tengo alrededor», explicó Julieta, al tiempo que mostraba algunas de sus prendas en los estudios de NORTE Play, a donde llegó con algunas prendas que estaban teñidas con cáscara de cebolla.

No´Oxonec: con tintes naturales

En este camino de revalorizar lo artesanal y ancestral, hace un tiempo Julieta conoció un textil con un valor excepcional, No’oxonec algodón de frontera. «El proyecto que aborda la producción y la promoción de algodón agroecológico, un trabajo consciente en su proceso productivo desde la semilla pasando por la producción textiles hasta la realización de las prendas/tejidos. Es una red de personas reconstruyendo esta senda y fortaleciendo la agricultura familiar campesino-indígena», describió.

Desde que comenzaron a trabajar juntos, ella manifestó que es un honor emprender el camino de intervenir las telas con los tintes naturales. «Estoy haciendo un servicio al compartir mi experiencia del teñido. Es un gran orgullo, ya que en este trabajo manual, de familias chaqueñas, en conjunto con cooperativas, fundaciones y diseñadores, se crean redes y se valora el trabajo local. Ese es uno de los ejes fundamentales de No´Oxonec y ahora aporto aquí mi granito de arena, que es Arhat. Es un impulso importante para todos los que creemos en un cambio para cuidar nuestra tierra».

Tonos en armonía con la piel

Los tintes naturales son pigmentos orgánicos que se extraen de plantas, insectos y minerales, que por sus características químicas tienen la virtud de teñir fibras naturales como algodón, yute, lana, cáñamo, seda, entre otros. Estos tintes -al contrario de lo que son los tintes sintéticos- son ecológicos y sostenibles. Los tintes naturales no contienen componentes químicos derivados del petróleo, perjudiciales para la salud y el ambiente.

Además, considerando el lado estético, los colores y los tintes extraídos de plantas transmiten naturalidad, favoreciendo todos los tonos de piel con la armonía de sus infinitas combinaciones. «Busco crear prendas que sean cómodas, frescas y únicas para cualquier ocasión», explicó Julieta. Entre sus prendas, también se encuentran, por ejemplo, pantalones que fueron intervenidos con la técnica de impresión botánica donde utilizaron hojas de liquidámbar.