El autodespacho suma respaldo entre los empresarios y dudas en los trabajadores

La decisión de avanzar con el autodespacho en las estaciones de servicio, expresada en la semana por el Ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, reeditó un debate de larga data en la Argentina y generó posturas encontradas entre los estacioneros, que avalaron la iniciativa, y los trabajadores, que plantearon dudas y encendieron las alarmas por el riesgo que implica para las fuentes de trabajo.

Tal como reflejó en sus páginas NORTE, los empresarios locales del sector marcaron que el autoservicio en las estaciones de servicio pondría a la actividad en línea con lo que ocurre en rubros de lo más diversos, como supermercados o peajes, donde los usuarios o consumidores, sobre todo los jóvenes, se muestran más predispuestos a la gestión propia.

RESPALDOS Y DUDAS

Esta postura es casi unánime entre los estacioneros. De hecho, en las últimas horas, la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (Cecha), emitió un comunicado en el que explica que la medida resultará una «herramienta útil para consumidores y estacioneros», ya que brindará nuevas alternativas en la operación en estos locales.

«Es el inicio de un largo proceso que implica un cambio cultural y que nos iguala a lo que sucede en el resto del mundo», plantearon los empresarios. A la par, indicaron que «resultará de mucha utilidad en feriados y turnos nocturnos», pero también subrayaron que el personal «seguirá siendo de vital importancia». «Modernizar es crecer», señalaron.

Entre los trabajadores, persisten las dudas. En principio porque, objetivamente, este avance podría impactar en las fuentes de trabajo, tal como sucedió y sucede en otros rubros, pero además porque otorgaría a los empresarios una «posición de privilegio» a la hora de las negociaciones salariales o de condiciones de trabajo en general.

DEBATE DE LARGA DATA

El debate sobre el autoservicio de combustibles en las estaciones de servicio argentinas tiene una larga historia que se remonta al retorno de la democracia, en los inicios de la década del 80 del siglo pasado.

Tal como explicó Miguel De Paoli, referente del sector en el Chaco, «las empresas podrían reducir costos operativos y ofrecer precios más competitivos, pero los consumidores deberán adaptarse a una nueva forma de cargar combustible y asumir mayores responsabilidades».

Desde 1983, el Decreto Nacional 1283 estableció las bases legales para el autoservicio de combustibles, pero su implementación se vio obstaculizada por diversos factores.

A mediados de los 90, algunas estaciones de servicio experimentaron con esta modalidad, pero la falta de diferencias en los precios y la preferencia de los consumidores por el servicio tradicional frenaron su expansión.

En el mundo, existen diferentes modelos de autoservicio, desde el totalmente automatizado, donde el cliente realiza todas las operaciones sin interacción con el personal, hasta el modelo híbrido, que ofrece ambas opciones. Este último modelo, común en países como Italia, permite al cliente elegir entre el autoservicio a un precio más bajo o el servicio tradicional a un precio mayor.

Argentina podría convertirse en pionera en la región, pero es fundamental abordar los desafíos que plantea esta modalidad.s