GENERAL SAN MARTÍN (Agencia). Por una difícil realidad atraviesa el Sanatorio Central y la Clínica San Ramón de esta ciudad, consecuencia del pago irregular, arbitrario e inconcebible que realiza el Insssep. En el marco de aranceles «atrasados y devaluados» que impone el organismo estatal, ahora abonó solo el 50 por ciento de la facturación de febrero.

Los médicos Cesar Rodríguez (presidente del Colegio Médico Gremial), Pablo Pardo (por la Clínica San Ramón) y Julio Rodríguez (por el Sanatorio Central) brindaron una conferencia de prensa donde quedó traslúcido que la obra social «está empujando a la quiebra total de los centros de salud del sector privado de General San Martín».

INSOSTENIBLE

Expresaron que la situación «es insostenible», indicando que los afiliados deben saber que se resentirán los servicios en un contexto donde precisamente ellos serán los más afectados y debilitados. Por compra de insumos los dos centros de salud tienen elevadas deudas y no pueden precisar hasta cuando aguantaran los proveedores.

De igual manera, existen dificultades para pagar los salarios. Sostuvieron que los servicios que prestan dichos centros de salud se mantienen con «mucho esfuerzo y con acumulación de deudas», a pesar del colapso existente pero la «cosa no da para más».

A su vez, dejaron entrever y pusieron de relieve que en cada sector de los dos sanatorios hay asfixia total por donde se lo mire producto de la conducta de las autoridades del Insssep: «Los problemas se han agravado en este último tiempo», fue otra frase.

DIALOGAR PARA BUSCAR UNA SALIDA

A su vez, indicaron que de parte de ambos centros de salud y del propio colegio médico existe la «mejor voluntad y predisposición para un diálogo serio, franco, sincero y responsable para buscar una salida a esta situación».

Los profesionales fueron insistentes en calificar de «inadmisible e incongruente pagar solo el 50 % de la facturación de febrero y que el otro 50 por ciento lo pagarán en abril a los dos centros de salud privados de General San Martín».

Con énfasis indicaron que no existen argumentos ni comprobaciones valederos para tomar esa decisión: «Es algo que se agrava en forma extrema por la situación económica actual», concluyeron. Por último, los profesionales dijeron que el futuro inmediato es «catastrófico», teniendo en cuenta la deplorable situación de salud pública.