Buscan evitar más daños irreversibles al casco histórico de Barranqueras
Vecinos quieren impedir nuevas pérdidas del patrimonio arquitectónico de la ciudad. En el sector periódicamente surgen construcciones que transgreden las normas de protección y que poco a poco van dejando a la localidad sin pedazos de su historia. Como ha sucedido en Resistencia, en Barranqueras también la avidez de algunas personas y empresas avanzó sobre el patrimonio arquitectónico de la ciudad y destrozó pedazos de la historia comunitaria. En el caso de la localidad portuaria, un sitio clave es el denominado “casco histórico”, próximo al puerto, donde se levantaron las primeras casas y edificios públicos de la ciudad. En 2010 la Cámara de Diputados aprobó una ley que declara a ese casco como parte del patrimonio cultural del Chaco, y en concomitancia se establecieron diversas medidas dirigidas a protegerlo.
Por ejemplo, restricciones a las construcciones, prohibición de modificar o destruir las edificaciones históricas e impedimento de circulación de transportes pesados en esas calles para evitar vibraciones perjudiciales.
Sin embargo, las transgresiones continuaron, con indicios de haberlo hecho con complicidad de las autoridades municipales de turno. Fue así que se perdieron lugares emblemáticos como
la exsede local de la empresa SanCor, la sucursal del Banco Nación y el edificio de la primera escuela secundaria, el colegio José Hernández.
¿UN CAMBIO?
Un grupo de vecinos nucleado en la Fundación Casco Histórico de Barranqueras viene desde hace más de veinte años denunciando las acciones que atentan y dañan al área protegida. Recientemente, esas personas celebraron la decisión de la Municipalidad de Barranqueras de frenar una obra no permitida en el casco histórico.
“Esperamos que este hecho sea un punto bisagra”, dice una declaración de la FCHB, firmada por los licenciados Eugenio Rolón, Ernesto Eugenio Rolón y Ramón Darío Esteban. “Son los hechos que de aquí en adelante se plasmen, los que expondrán si a la actual administración le importa tan poco el patrimonio cultural como a la anterior, siendo ésta última -encabezada por Alicia Azula- cómplice de la destrucción parcial e innecesaria del Casco Histórico de Barranqueras”, advierten.
