Aprender a conectar con la gente
Algunos son excelentes en su campo de conocimiento, pero no lo son en absoluto cuando tienen que relacionarse con los demás. Lo cierto es que a quien logra conectar con la gente le resulta más sencillo alcanzar sus metas. Esto es así porque hoy es bien sabido que los mejores resultados son obtenidos en equipo.
Cuando uno aprende a relacionarse con eficacia, busca desarrollar nuevos vínculos a menudo. Lo cierto es que, cuanta más gente uno conoce, más posibilidades tendrá de que le vaya bien en la vida. ¿La razón? Nuestras relaciones positivas, conocidas como “conexiones de oro”, potencian nuestros resultados.
Por lo general, es alguien que tiene la llave para abrir una puerta que está cerrada para nosotros. Es por ello, como suelo decir, que tenemos que desarrollar buen trato con todo el mundo. Esa persona que conocés hoy, tal vez, mañana puede ser un contacto que te ayude a avanzar.
¿Cómo lograr mejores
relaciones en la práctica? Comparto tres ideas:
1. Validando
Validar es lo mismo que elogiar, que no es lo mismo que adular, sino más bien mencionar algo positivo del otro. Hoy más que nunca la gente necesita escuchar palabras de ánimo. Así, logramos una conexión empática donde comprendemos lo que la persona está sintiendo. Como resultado, ella se volverá más abierta y receptiva. Tristemente muchos están acostumbrados a ser maltratados y a enfocarse en sus debilidades. Practicá hablar bien de los demás con inteligencia y los resultados te sorprenderán. A nadie le gusta ser criticado; pero, cuando somos motivados, tenemos nuevas fuerzas para seguir adelante.
2. Siendo optimistas
Hoy más que nunca necesitamos ser optimistas, lo cual implica ver la realidad y aceptarla, pero escoger creer que lo que viene será mejor. Un ser humano con optimismo es consciente de su potencial interior que puede llevarlo a un futuro mejor que su situación actual. Sabe con certeza que posee los recursos necesarios para hacer todo lo que tiene que hacer y, tarde o temprano, es recompensado por su actitud.
3. Escuchando
La mayoría de la gente precisa ser escuchada, cuando enfrenta dificultades, sin recibir consejos ni sermones.
Nuestra escucha debería incluir todos nuestros sentidos y brindar un espacio seguro para que el otro pueda abrir su corazón.
Para ello, uno debe prestar atención sin emitir juicio, solo acompañar por medio de la escucha con una actitud corporal positiva, lo cual tiene la capacidad de obrar maravillas en los demás.
En el mundo que vivimos, ser capaces de llevarnos bien con la gente nos permite disfrutar relaciones satisfactorias y, además, mejora nuestra salud física y emocional.







