¿Por qué preservar el yaguareté?

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Takajay y Nalá fueron los primeros yaguareté nacidos en el Parque Nacional El Impenetrable.

Esta especie tope de la cadena alimenticia es un signo de un ecosistema sano. También propicia el desarrollo del turismo de avistación de fauna.

Sebastián Di Martino, director de Conservación de Fundación Rewilding Argentina, explicó la importancia de la preservación del yaguareté en ambientes como El Impenetrable chaqueño o los Esteros del Iberá en Corrientes. “El yaguareté es lo que llamamos un depredador tope, es decir, está en la cima de la cadena alimenticia y estas especies ejercen un rol regulador muy grande en el ecosistema”, explicó.

“Cuando el yaguareté empieza a desaparecer o se hace muy raro, como sucedió en El Impenetrable, donde no sabemos a ciencia cierta cuántos ejemplares hay, el ecosistema pierde su funcionalidad. Esto significa que pierde su capacidad de enfrentar de ayudarnos a enfrentar crisis ambientales”, detalló Di Martino. Y añadió: “Los ecosistemas con los depredadores tope son ecosistemas mucho más sanos, más diversos, albergan más formas de vida. Son ecosistemas que tienen mucha más vida vegetal, por lo tanto secuestran mucho más carbono, que es el elemento que en la atmósfera produce el cambio climático y la temperatura global”.

Entre los beneficios naturales, la presencia del yaguareté «también ayuda a contener patógenos: en ambientes con estas especies presentes hay menos posibilidades que se produzcan saltos de enfermedades de una especie a otra. Por eso desde el punto de vista de la salud del ambiente son tan importantes”, epxlicó el especialista.

Di Martino dijo que “si estas actividades se unen a actividades de desarrollo local, como la generación de empleo con el turismo, traen beneficios socioculturales desde el turismo de observación de fauna”.

Finalmente, el presidente de Rewilding Argentina comentó que “en el Parque Nacional El Impenetrable, que tiene 128.000 hectáreas, todavía tenemos pendiente avanzar en la conservación fuera del parque, en el interfluvio Bermejo-Bermejito, especialmente en la costa formoseña del Bermejo, que es donde se produce el mayor ingreso de cazadores furtivos”.

 

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